Presentación de estudios económicos en el BCU destaca las razones detrás de los elevados costos de vida en Uruguay.
Análisis económicos encargados por el BCU desentrañan las causas de los altos precios en Uruguay, apuntando a importaciones y mercado laboral.
Recientes estudios solicitados por el Banco Central del Uruguay (BCU) han puesto de manifiesto que Uruguay se posiciona como uno de los países con mayor coste de vida en comparación con sus vecinos de la región. Esta situación se atribuye principalmente a una significativa dependencia de productos importados y a las particularidades del mercado laboral uruguayo.
En una reciente rueda de prensa en Montevideo, los economistas Alfonso Capurro e Ignacio Umpiérrez presentaron los resultados de sus investigaciones, encargadas por el BCU, para explorar las razones detrás de la disparidad de precios en Uruguay frente a otros países, y cómo estos afectan directamente al bolsillo de los uruguayos.
Capurro, de CPA Ferrere, se centró en el análisis de los precios de frutas y verduras, destacando que la irregularidad en la importación de estos productos, generalmente permitida solo en situaciones de crisis, incide directamente en su precio final. Según sus hallazgos, la inflación en Uruguay podría haberse reducido entre un 0,6 % y un 0,7 % con una política de importación más liberal para estos alimentos.
Por otro lado, Umpiérrez, del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), abordó el concepto de los «desvíos a la ley de un solo precio», identificando que Uruguay es, en promedio, un 27 % más caro que la mayoría de los países incluidos en su estudio. Este fenómeno no se debe a factores cambiarios, sino a aspectos microeconómicos como regulaciones paraarancelarias y rigideces en el mercado laboral, que afectan la competitividad y los márgenes empresariales.
Ambos estudios coinciden en señalar la necesidad de revisar y modificar las políticas de competencia y regulaciones del mercado para enfrentar estos desafíos. La alta presencia de productos importados, especialmente en sectores como alimentos, higiene personal y tecnología, es vista como una de las principales barreras para la reducción de costos y el aumento de la competitividad en el mercado uruguayo.