Ética en salud

Ética en salud

Dr.Alvaro Vero

Por el Dr. Alvaro Vero
Esp. en Salud Pública

Hasta hace unos años, la medicina era un modelo científico-técnico y, para supuestamente mejorarlo, hoy nos hablan de humanización. El humanismo, en general, necesita de la conciencia de la importancia del ser humano como tal y de cubrir sus necesidades y satisfacerlas. El “humanista” salteño constituye un Pokémon que encontró o creyó encontrar una estrategia que no convence a nadie; al contrario, hiere al usuario. ¿Puede él ver detrás del ser humano lo que hay? ¿Ha hecho lo posible para reconocerle la dignidad? No creo que desde cargos muy bien rentados y muy mal ganados, viviendo fuera del departamento en “La Tahona”, recibiendo los capitales de sus anónimas al servicio de la cooperativa que dirige, rompiendo códigos morales que supuestamente le quiso imponer a otros como la residencia en la ciudad, pueda presentarse como “humanista”. Desde “El Tropiezo” a “La Tahona”, llegó sirviendo al “Minotauro” que terminó con la cirugía salteña en la casa del gran hermano de calle 18 de Julio.

El “humanista” invirtió dinero de afiliados en traer al Prof. Humberto Correa para hablar de ética; sería bueno que explique cómo se ejerce durante años la medicina intensiva (CTI) sin título habilitante.
Hay ideales médicos diferentes según sea la forma de entender la medicina, por lo que hay que diferenciar el ideal institucional y el ideal de cada médico.
El ejercicio de la medicina lleva el compromiso ético comunitario y hacerse médico es asumir una misión social. Es, por encima de todo, un servidor de la persona enferma y de la comunidad.
Quien permanece unos minutos frente a la cooperativa médica y mira el tránsito de enfermos con debilidades motoras, rápidamente se pregunta si un recibo cómodo para bajar de vehículos o un estacionamiento importante no será más práctico y humano que obras decorativas y obsoletas (antes de inaugurarse); se pregunta por qué la pediatría está diseminada por toda la ciudad, por qué las anónimas hacen inversiones por su cuenta y lejos de los intereses comunes, por qué el “humanista” no termina el mal llamado hospital de agudos, ¿será que no está dentro de los intereses de sus anónimas? Mejor dicho, afecta a sus anónimas.
ASSE debe (con observaciones mediante) a la mutual cifra cercana a los 200.000 dólares y busca cobrarlos porque parte de eso son deudas por los “servicios personales” del humanista. De esa forma, se iría tranquilo para el sur.
¿Es posible que se paguen tickets máximos aceptados por la ley y otros que no deberían cobrarse? Reclamaron a través de la “asesora” en marketing Empatía. Eso quiere decir compasión, equidad y reciprocidad. ¿Puede considerar el humanista que el ambiente laboral es correcto? ¿Ignora los acosos laborales y de los otros en sus propias narices?
Permitió la competencia de grupos humanos dentro de lo que es una cooperativa. Pretendieron que las cosas debían hacerse con los criterios de grupo, es decir, crear anónimas con fines de lucro, y poder así ser miembro del grupo. El resultado fue una moral colectiva en la que regulan sus acciones de acuerdo a las costumbres y expectativas de dinero. Moral conflictiva con las nuevas generaciones de profesionales.
Por suerte, ha llegado una generación con valores vocacionales y altruistas que deberían ser promovidos y respaldados en sus carreras profesionales y no por amiguismos o cercanías políticas.
Insisto en la desfachatez de la foto de “La Prensa” donde quienes se deberían haber lamentado por el foco de dengue sonríen como diciendo “Whisky”, parece que poco les importa más allá de la foto.
La moralidad abarca más que el daño, la justicia y la equidad.

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