Un jurado popular declaró culpable al abuelo que mató a su nieto en un caso calificado como exceso en la legítima defensa.
Jurado popular en Bahía Blanca condena a Domingo Verna por el asesinato de su nieto, calificándolo como exceso en legítima defensa en un caso complejo.
En la audiencia final del juicio celebrado en el Palacio de Tribunales de Bahía Blanca, un jurado popular declaró culpable a Domingo Verna, de 78 años, por el asesinato de su nieto Brian Batalla Verna, de 29, en un caso que remonta a junio de 2022. El jurado, compuesto por doce ciudadanos de Bahía Blanca (seis hombres y seis mujeres), concluyó que Verna actuó con exceso en la legítima defensa, según confirmó el abogado de la querella, Ignacio Yazyi.
Antes del veredicto, Verna rompió su silencio y, visiblemente afectada, relató los momentos previos al fatídico desenlace, donde manifestó su pesar y arrepentimiento por la pérdida de su nieto. Con palabras de profundo dolor, dijo que “daría su vida para que Brian volviera”, aunque justificó sus acciones como un intento de proteger a su esposa, Marta, en una situación que describe como extrema. Según el abogado defensor, Juan González, esta declaración resultó conmovedora y ofreció una visión humana de Verna, quien habría intentado proteger a su familia en un contexto de violencia y desesperación.
La historia familiar: un vínculo forzado por las circunstancias
Verna también relató la difícil historia familiar de Brian, un joven que fue criado por sus abuelos en un entorno de ausencia parental y constantes desafíos. Según González, los abuelos asumieron responsabilidades que normalmente recae en los padres, debido a que, por diversas razones, no estuvieron presentes. "Era una familia en la que los abuelos tuvieron que actuar casi como padres”, explicó el abogado. Aunque evitó entrar en detalles sobre la ausencia de los padres, González dio a entender que esta fractura familiar estructurada tuvo efectos profundos en todos los involucrados y contribuyó a las tensiones que desembocaron en el trágico incidente.
Durante su testimonio, Verna explicó que antes de disparar había intentado defenderse de su nieto sin recurrir a un arma, aunque la situación rápidamente se volvió incontrolable. “No fue su primer instinto disparar. Pero, después de haber sido golpeado en varias ocasiones, se vio forzado a actuar para evitar más violencia”, detalló González. También mencionó que Verna describió a Brian como una figura intimidante y explicó que el abuelo estaba desorientado por los golpes en la cabeza, lo que complicó aún más la situación de peligro en la que se encontraba.
La decisión del jurado: un veredicto en exceso de defensa propia
El jurado tuvo que deliberar sobre tres posibles veredictos: homicidio calificado, que requería unanimidad; homicidio con exceso en la legítima defensa, que solo necesitaba diez votos; o legítima defensa, que requeriría al menos cuatro votos. Finalmente, se decantaron por la segunda opción, lo que implica que el jurado demostró que Verna actuó en defensa propia, aunque su respuesta fue desproporcionada para la situación.
A la espera de la sentencia definitiva, el juez Hugo De Rosa determinará si Verna deberá cumplir la condena en prisión o si, debido a su edad, podría recibir una pena de prisión domiciliaria. Mientras tanto, las partes presentarán sus pedidos de pena en las próximas audiencias.
El crimen: el contexto de una tragedia
Domingo Verna, militar retirado, llegó al juicio imputado por el delito de exceso en la legítima defensa, una figura legal que el fiscal Jorge Viego aplicó en función de los antecedentes de violencia que rodeaban la relación entre Verna y su nieto. Brian Batalla, quien padecía trastornos psiquiátricos, había golpeado a su abuelo momentos antes de ser abatido, lo cual fue clave para que el fiscal sostuviera que Verna actuó bajo amenaza, pero con un nivel de fuerza excesiva.
El caso quedó registrado en las cámaras de seguridad, que captaron los momentos previos al trágico desenlace en dos escenas. En la primera, se observa a Verna llegar en bicicleta mientras su nieto lo intercepta y lo ataca con un palo, sin detenerse incluso ante los intentos de su novia de evitar la pelea. Brian termina sometiendo al abuelo a golpes en la cabeza en una agresión que escaló rápidamente.
En la segunda secuencia, Brian regresa solo a la casa de su abuelo y comienza a patear la puerta con fuerza. Al abrirse, Domingo Verna, desde el interior, dispara un revólver calibre 32, impactando en el estómago, pecho, cuello, mejilla y hombro de su nieto. Brian tambalea y cae en el umbral de la puerta, ya sin vida.
Este episodio de violencia familiar ha generado un debate sobre los límites de la defensa propia y el papel que juegan los abuelos en la crianza en situaciones de conflicto. La sentencia en este caso, además de definir el destino de Verna, podría sentar un precedente sobre cómo el sistema judicial interpreta los límites de la legítima defensa en contextos familiares complejos y llenos de violencia.
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