Los nuevos precios buscan aliviar la economía en un contexto de expectativas y cambios políticos importantes. Foto: Sofia Torres / FocoUy
Los precios de los combustibles bajan desde este 1° de octubre, en medio de la campaña electoral y la caída del petróleo.
El anuncio llegó este lunes, y la noticia ya empieza a tener impacto en el bolsillo de los consumidores. A partir de las 00:00 del martes 1° de octubre, los precios de los combustibles en todas las estaciones de servicio del país sufrirán una reducción, medida que fue comunicada por el Poder Ejecutivo.
La nafta Súper 95, uno de los combustibles más utilizados, baja $2 por litro, pasando de $77,54 a $75,54. Un cambio pequeño, pero significativo para quienes necesitan cargar sus vehículos con regularidad. Por otro lado, el gasoil 50S experimenta una rebaja aún mayor: $2,5 por litro, de $52,42 a $49,92. Se trata de un ajuste que podría aliviar los costos de transporte y logística en diversos sectores.
Sin embargo, no todo se mueve en este panorama de precios. El supergás, por ejemplo, mantiene su valor en $80,75 por kilo, permaneciendo por debajo del Precio Paridad de Importación (PPI). Esto significa que, por ahora, la garrafa de 13 kilos seguirá costando $1.049,75 al público, un precio que puede parecer inamovible, incluso frente a los vaivenes del mercado internacional.
La dinámica de las últimas semanas ha sido favorable para estas decisiones. El precio del barril de petróleo ha seguido una tendencia a la baja, y los refinados también han mostrado señales de alivio en el mercado de referencia de Uruguay: el Golfo de México, en Estados Unidos. Este contexto, marcado por fluctuaciones en la economía global, ha permitido la revisión de los precios locales.
En el comunicado oficial, el Gobierno resaltó su compromiso con la economía nacional. "Esta decisión sostiene el compromiso de la actual administración, de mantener un estrecho análisis de las variables internacionales, con el objetivo de salvaguardar la actividad económica nacional y el bienestar de la población", se afirmó. Una declaración que parece buscar tranquilidad y confianza en la gestión, especialmente en un contexto político sensible.
Y es que la baja en los precios se produce en un momento crucial: a las puertas de la primera vuelta de las elecciones nacionales, que se celebrarán el domingo 27 de octubre. Después de tres meses sin cambios en las tarifas, esta medida puede influir en la percepción pública del actual Gobierno, que intenta mostrar signos de control económico y respuesta a las tendencias del mercado.
Esta coyuntura abre preguntas: ¿Es una medida de alivio real para la población o una estrategia política en vísperas electorales? Las semanas que vienen pondrán a prueba la verdadera intención y el impacto de este ajuste en la vida cotidiana y en el ánimo de los votantes.