Los gorilas utilizan plantas medicinales para tratar sus dolencias, un comportamiento que podría revolucionar la medicina.
Los gorilas consumen plantas medicinales para curarse, y su instinto podría ser clave para descubrir nuevos tratamientos médicos.
En un descubrimiento que mezcla la ciencia y la naturaleza de una forma sorprendente, los investigadores encontraron que los gorilas, esos gigantes tranquilos de la selva, se automedican con plantas para combatir sus dolencias. Esta práctica, conocida como zoofarmacognosia, no es casualidad; los gorilas seleccionan cuidadosamente hierbas y cortezas que ayudan a curar infecciones y espantar parásitos, algo que podría darnos pistas para futuros tratamientos en humanos.
El estudio fue realizado en el Parque Nacional Moukalaba-Doudou, en Gabón, donde los científicos observaron a los gorilas ingiriendo plantas con propiedades medicinales que también son utilizadas por la gente del lugar. Entre las plantas destacan la ceiba, el morera gigante, la teca africana y el árbol de higo, todas con una química que no solo les hace bien a los gorilas, sino que también podría tener aplicaciones médicas para nosotros.
Las pruebas de laboratorio revelaron que estas plantas tienen compuestos que luchan contra bacterias como algunas cepas de E. coli, esas que no son fáciles de vencer con los antibióticos comunes. Imaginate lo que eso podría significar: tratamientos nuevos que vengan de la selva y que hoy están siendo utilizados por los propios gorilas para mantenerse sanos.
Este hallazgo pone el foco en lo que la naturaleza aún tiene para enseñarnos. Estos primates, en su hábitat, no solo buscan comida, sino que eligen plantas con un fin medicinal, algo que incluso los lugareños han estado haciendo durante generaciones. Lo que antes era pura intuición ahora tiene una base científica: la naturaleza guarda secretos que aún no hemos descubierto del todo.
El equipo de investigadores sigue en la tarea de entender cómo estos gorilas seleccionan sus "remedios" y qué más podríamos aprender de ellos. Y es que la automedicación animal no es un fenómeno nuevo, pero los avances científicos nos están mostrando que quizás, solo quizás, los gorilas nos están dejando una lección que podría salvar vidas.
La investigación sigue y, con un poco de suerte, lo que hoy usan los gorilas para curarse podría convertirse mañana en la base de un nuevo medicamento para nosotros. Porque si hay algo que está claro, es que la sabiduría de estos gigantes de la selva todavía tiene mucho que enseñarnos.
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