Operativo policial en Salto que culminó con la incautación de productos y dinero tras seguimiento y allanamiento.
Un funcionario policial fue procesado por contrabando de suplementos deportivos en Salto, tras un allanamiento que incautó dinero y productos ilegales. Condenado a dos años de prisión.
El barrio estaba quieto, pero el aire tenía esa extraña carga que presagia un golpe inesperado. Nadie lo veía venir, ni siquiera el implicado. A plena luz del día, un operativo policial orquestado con precisión se desplegaba en una calle tranquila de la zona este de Salto. Y el objetivo, aunque no lo sabía aún, era uno de los suyos. Un funcionario policial que, con cada paso, había estado tejiendo un contrabando. Pero ese viernes, su suerte se agotó.
El operativo comenzó con el seguimiento de un vehículo gris que cruzaba la frontera desde Argentina, cargado de mercadería ilegal. El conductor, un hombre con años de experiencia en las fuerzas del orden, confiaba en su habilidad para pasar desapercibido. Pero esta vez, la inteligencia policial ya lo tenía en la mira. ¿El objetivo? Suplementos proteicos. Un negocio rentable y oscuro, del cual él pensaba sacar una buena tajada. Pero no contaba con que la policía ya había montado una vigilancia minuciosa, esperando el momento justo.
El coche fue interceptado al llegar a una vivienda en un barrio de la zona este. Y la sorpresa se desató. Las cajas llenas de suplementos deportivos fueron descubiertas en el interior del vehículo, evidenciando el plan ilícito del funcionario. Sin embargo, esto era solo la punta del iceberg. Lo peor estaba por venir.
Inmediatamente, la fiscal de turno ordenó un allanamiento en su domicilio, una vivienda aparentemente común en el barrio Umpierrez. Pero las apariencias engañan. Al ingresar, los agentes se toparon con una escena inesperada: no solo había más suplementos escondidos, sino también una cantidad significativa de dinero en efectivo, tanto en pesos uruguayos como en dólares. El negocio no era pequeño, y ahora todo quedaba expuesto bajo la luz de la ley.
La condena no tardó en llegar. Al día siguiente, el Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal de Salto, en su 4to Turno, emitió un fallo contundente: el funcionario, identificado como F.M.R.P., fue sentenciado a dos años de penitenciaría efectiva. No hubo espacio para la clemencia. Además de la pena de prisión, se le inhabilitó para ejercer funciones públicas por dos años. Un mensaje claro y fuerte: nadie, ni siquiera un servidor público, puede escapar de la justicia cuando traiciona su juramento.
El contrabando, un delito que muchos subestiman, puede tener consecuencias devastadoras. Este tipo de actividades no solo afecta la economía del país, sino también la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. ¿Cómo es posible que alguien destinado a proteger la ley termine siendo quien la quiebre de manera tan descarada? La respuesta es simple: la corrupción no discrimina y puede infiltrarse en cualquier rincón.
Este escándalo sacudió las filas policiales en Salto, dejando una estela de preguntas incómodas. Pero también mostró la eficacia del equipo de Investigaciones, que actuó con precisión para cortar de raíz esta actividad ilegal. Detener a uno de los suyos no fue fácil, pero la justicia no hace excepciones, y la ley se impuso con firmeza.
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