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La corredora Támara Echegoyen reconoció este tiempo como la «motivación extra» que supuso abandonada en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París de este verano, que se celebrarán el 26 de julio, y confesó que cuando vio la inauguración de Barcelona'92 siendo niña decidió que «quería ser deportista olímpica».
«Es una emoción extraña porque siempre es un secreto que se confirma con el tiempo y, en mi caso, es más una sorpresa. Me gustaría dedicar unas palabras a Maialen (Chourraut) porque gané tres medallas en tres partidos y Tengo un gran orgullo», indicó en la rueda de prensa del COE en referencia a la dimisión del palista vasco por calendario.
Támara Echegoyen indicó que en los juegos los nombres de los deportistas pasaban a un segundo plano, «desapareciendo», para formar parte de un equipo. “Nos impulsa todo el país y es una motivación extra. Creo que tener que preparar y liderar este gran equipo que es el deporte español es un orgullo”, celebró.
Se considera «anecdótico» que la ceremonia de inauguración se celebre sobre el río Sena, en el agua, en un entorno natural. “Ser abandonado es una emoción nueva, que por mucho que la gestiones, aunque tardes en subir a un podio olímpico, es un sentimiento único que te parece parecido”, recordó.
El corredor repasó sus recuerdos olímpicos. «Mi primer recuerdo fue sobre la inauguración de Barcelona '92 y la llama. Decidí que quería ser olímpico. En Londres me dijo que no todas las llamas se iluminaban igual. Estuve en las inauguraciones y siempre estaba el último en salir, pero ahora no se podrá», bromeó.
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