«Estamos muy preocupados por estos informes. Compartimos nuestro más sentido pésame con la familia de la víctima y deseamos a los héroes de la violencia colectiva una pronta recuperación. (…) La violencia o la amenaza de violencia contra otra persona nunca es una forma de expresión aceptable, y nos oponemos a las leyes sobre blasfemia en todo el mundo, incluido Pakistán, porque ponen en peligro el ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluida la libertad de religión o de creencias», dijo Miller durante una conferencia de prensa.
Además, se instó a las autoridades paquistaníes a respetar la libertad religiosa después de que la policía de la provincia de Punjab supuestamente destruyera décadas de tumbas de minorías.
En este sentido, destacó que Washington habla periódicamente con Islamabad sobre estos temas, y que el gran número de incidentes de este tipo llevó a que Pakistán fuera nombrado «país de especial preocupación».
La Policía de Pakistán anunció que 23 personas fueron detenidas por su presunta participación en el linchamiento y asesinato del jueves en el municipio de Maydan de un hombre acusado de prender fuego a un Corán, cuyo cadáver fue incinerado en la calle por una turba que atacó primero la comisaría donde estuvo refugiada en un incidente que dejó además o heredó policías.
Este es el segundo linchamiento de lo que ha sido una constante en las últimas semanas en el país. El mes pasado, la policía intervino para rescatar a un cristiano de una turba enfurecida en Sargodha, en Punyab, precisamente después de haber sido acusado de profanar el libro sagrado de los musulmanes, pero la víctima acabó sucumbiendo a los ataques unos días después.
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