Un experimento de laboratorio controlado realizado por el Instituto del Corazón de Montreal (Canadá) que incluyó a adultos sanos y adultos con enfermedad de las arterias coronarias (EAC) encontró que la exposición pasiva al calor era suficiente para aumentar el flujo sanguíneo miocárdico (MBF) en todos los participantes, independientemente de su edad y estado de salud. , creando una tensión significativa en el corazón.
Los autores observaron isquemia miocárdica asintomática inducida por el calor en algunos participantes con CAD, lo que sugiere que estos adultos pueden beneficiarse al minimizar el estrés cardíaco durante el calor extremo al mantenerse frescos. El estudio fue publicado en ‘Annals of Internal Medicine’.
Investigadores del Instituto del Corazón de Montreal realizaron un estudio experimental en el que participaron 20 adultos jóvenes sanos, 21 adultos mayores sanos y 20 adultos mayores con CAD para cuantificar los requisitos de exposición al calor del MBF. En un laboratorio, se calentó a los participantes hasta que su temperatura central aumentó 1,5 grados Celsius (C), y se midió su MBF antes de la exposición y con cada aumento de 0,5 grados C en su temperatura central. Los autores encontraron que la FSM aumentó en todos los participantes cuando la temperatura corporal aumentó 1,5 grados C. Los autores observaron además que 7 participantes con CAD sufrieron isquemia miocárdica asintomática inducida por calor según la evidencia de imágenes.
Un editorial de Annals of Internal Medicine y de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania pone los hallazgos del estudio en contexto. Dado el aumento global de la temperatura media, que ha aumentado la morbilidad y mortalidad relacionadas con el calor, es imperativo identificar a los individuos susceptibles, incluidos aquellos con estenosis epicárdica coronaria obstructiva o disfunción microvascular.
La exposición al calor puede causar un estrés significativo en el corazón, provocando un desajuste entre la oferta y la demanda en los vasos con enfermedades que limitan el flujo. Si se mantiene en el tiempo o potencialmente con exposiciones repetidas, esto podría resultar en una isquemia sintomática o silenciosa y explicar, al menos en parte, el mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos observados con la exposición al calor en estudios de población.
Los autores aconsejan que los médicos asesoren a los pacientes en riesgo sobre los daños del exceso de temperatura, incluido cómo identificar la hipertermia y la importancia de tomar medidas preventivas.