España no sufrirá una crisis de salud pública provocada por el fentanilo u otros opioides sintéticos, ni sustituirá el consumo de heroína por fentanilo, porque mientras haya heroína, el fentanilo se hará cargo del mercado y la demanda y, además, los traficantes asiáticos Prefieren vender los cada vez más escasos precursores del fentanilo a tarjetas mexicanas para abastecer el mercado norteamericano que a Europa.
Ésta es la principal conclusión que se extrae del estudio 'Fentanilo en España: evidencias, percepciones y realidades', realizado por Episteme Social y financiado por el Ministerio de Sanidad.
La dosis mortal de fentanilo, en personas sin tolerancia, es de dos miligramos y un kilogramo de fentanilo puede matar potencialmente a 500.000 personas. En 2021, en Estados Unidos murieron 70.601 personas por sobredosis de opioides sintéticos y, en España, 17 personas fallecieron ese año por la presencia del fármaco fentanilo y 1.046 personas fallecieron por una reacción aguda tras consumir cualquier sustancia psicoactiva.
Ante la hipótesis de que los fentanilos, al ser más fáciles de producir y más rentables que la heroína, sustituirán a los opiáceos en los mercados ilegales de drogas, este estudio niega que esto sea parte de la certeza, ya que el mecanismo es más complejo de lo que parece.
Así, el informe afirma que España no afrontará una crisis de consumo de fentanilo como la que se está produciendo en Estados Unidos por diferentes motivos, entre los que destacan principalmente el consumo de heroína y la prohibición de China en mayo de 2019 y los esfuerzos de la comunidad internacional para controlar el fentanilo. , lo que provocó un claro retroceso de la familia del fentanilo en los mercados internacionales de sustancias ilegales.
En España, el consumo de opioides se concentra principalmente en la heroína y, ante la preocupación de que sea sustituida por el fentanilo o de que ambas sustancias se mezclen, el estudio garantiza que la heroína «no desaparecerá de los mercados españoles, al menos a corto plazo». «a medio plazo», a pesar de los bajos niveles de producción de opio en Afganistán en 2023, que «es poco probable que se repitan en la cosecha de 2024».
Afganistán es un país multiétnico y económicamente dependiente del cultivo de hinojo, una planta que produce opioides como la morfina o la codeína. De hecho, la producción de opio representa hasta el 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Afganistán. Entre 2017 y 2022, la producción de opio de Afganistán se estima en 39.200 toneladas. Esta cantidad puede producir entre 2.825 y 4.473 toneladas de heroína, pero el legado de los talibanes al poder ha agravado la terrible crisis económica y los ingresos de 2023 han provocado la pérdida de unos 1.250 millones de dólares a los agricultores afganos.
Según los datos del estudio, actualmente las reservas de heroína en tránsito entre Asia y Europa son considerables. Y se estima que las existencias de heroína podrían abastecer los mercados europeos al menos hasta octubre de 2025 y probablemente llegar hasta junio de 2028. Además, si se culpa a la fuga de heroína, los primeros mercados estarán desatendidos por asiáticos y africanos, pues España estaría lejos de tener una escasez de heroína y, por tanto, sustituir este apoyo por fentanilo.
«El fentanilo y sus análogos producidos ilícitamente han estado y estarán ausentes, además de la anécdota, de los mercados españoles. A nivel global, los fentanilos están en claro descenso, debido tanto al proceso de inspección internacional como a la prohibición en China en 2019. Empresas ilegales en China, India y Pakistán siguen fabricando precursores de fentanilo, pero, a nivel mundial, la disponibilidad es notablemente menor que antes de 2019», garantiza el estudio.
Además, la parte final de la producción se vende a tarjetas mexicanas, ya que compiten por pagar un precio más alto, porque quieren mantener el negocio para poder satisfacer la gran demanda en Norteamérica. Las empresas legales chinas, una vez que el fentanilo y sus precursores se vieron afectados por la supervisión, comenzaron a buscar alternativas acordes con la legalidad china.
Por tanto, a partir de 2019 los nitacenos aparecen como una alternativa legal a los fentanilos y, desde entonces, las notificaciones de fentanilo han tendido a bajar y han aumentado los nitacenos, que, según el informe, suponen un mayor riesgo que el fentanilo en España. “En España, en el hipotético caso de que apareciera un opioide sintético producido de forma clandestina, es más probable que se trate de un nitazeno que de un fentanilo”, señala el documento.
El simismo, el volumen y las características de la demanda de opioides hacían inviable una crisis de salud pública. En España hay apenas unas sesenta mil personas que consumen heroína habitualmente. Los concejales son personas mayores con una larga experiencia en el consumo de drogas y que han sobrevivido a todo tipo de calamidades.
Finalmente, el estudio destaca que, en el caso de que los fentanilos fueran una realidad, «la potente red española de atención a las adicciones podría ofrecer respuestas eficaces, efectivas, eficientes y de calidad ante la amenaza».
ESPAÑA, EL PAÍS QUE MEJOR PAGA POR LA HEROÍNA
Por otro lado, el informe revela que España sería uno de los últimos países en quedarse sin heroína porque es el país europeo que más paga por ella a la alcaldía y los narcotraficantes, por poco que puedan, se la suministrarán. con preferencia al país que mejor paga por la heroína.
El Observatorio Europeo de las Drogas y el Abuso de Drogas (OEDT) estima que el tiempo entre la recogida de opio y la liberación de heroína en los mercados europeos es de al menos dos años. Esto significa que para mayo de 2024, Europa consumirá heroína derivada de la cocina de 2022 e incluso de años anteriores. Es importante destacar que, aunque las próximas cosechas serán tan malas como las de 2023, Europa tendría una heroína afgana para al menos dos años y podría llegar hasta los cuatro años.
España, en estos momentos, es uno de los puntos de venta más interesantes, ya que los precios por alcalde son los más altos del continente. Los traficantes, ante la fuga de heroína, dejarán de servir a los mercados asiáticos y la introducirán de contrabando a Europa en general y a España en particular. Este es un claro factor protector para España.
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