Archivo – Manifestación en 2018 en solidaridad con la agencia de noticias argentina Télam, en Buenos Aires.
– Europa Press/Contacto/Patricio Murphy – Archivo
En un decisivo giro político y económico, el presidente Milei clausura Télam, citando severas pérdidas financieras, en un acto que reaviva debates sobre la libertad de prensa y el rol de los medios estatales en Argentina.
5 Mar. (EUROPA PRESS) -El gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, ha tomado una medida drástica al anunciar el cierre de Télam, la agencia de noticias estatal, citando como motivo principal las significativas pérdidas económicas que la entidad reportaría este año. Según declaraciones del portavoz presidencial, Manuel Adorni, la decisión responde a una pérdida proyectada de 20.000 millones de pesos, enfatizando que este cierre no pretende ser un ataque al pluralismo informativo ni a la libertad de prensa, sino una promesa de campaña que se está cumpliendo.
En un esfuerzo por mitigar el impacto de esta decisión entre los trabajadores de la agencia, las autoridades han notificado a los empleados de Télam que serán eximidos de sus labores por siete días, asegurándoles que durante este período no sufrirán pérdidas salariales. Esta medida se toma mientras se realiza una «reconstrucción» de la página web de la agencia, actualmente inaccesible, pero que se espera vuelva a funcionar próximamente.
La presencia de fuerzas de seguridad en las inmediaciones de la sede de Télam en Buenos Aires responde a la intención de las autoridades de evitar disturbios y garantizar la seguridad del lugar, especialmente frente a posibles actos de protesta o vandalismo que puedan interpretarse como críticas hacia la gestión gubernamental.
La promesa de Milei de clausurar Télam había sido un punto destacado de su campaña electoral, argumentando que la agencia ha servido en las últimas décadas como herramienta de propaganda para corrientes políticas específicas, en referencia al kirchnerismo. Fundada en 1945 por Juan Domingo Perón, Télam ha sido un elemento clave en la difusión de información en Argentina, enfrentando diversas controversias a lo largo de su historia, incluidos despidos masivos y conflictos legales durante gestiones anteriores que resultaron en costosas indemnizaciones para el Estado.
Este paso hacia la clausura de un medio estatal tan emblemático ha generado un amplio debate en la sociedad argentina, poniendo en relieve las tensiones entre la necesidad de austeridad económica y la importancia de mantener canales de información plurales y libres de influencias gubernamentales. La situación actual marca un momento crítico en el panorama mediático y político del país, reflejando los desafíos que enfrenta la Argentina en su búsqueda de un equilibrio entre la eficiencia económica y la libertad de expresión.