El mundo del narcotráfico internacional ha presenciado numerosos casos que parecen sacados de una película. Uno de los más recientes y llamativos es el de Sebastián Marset, un narcotraficante uruguayo cuya historia parece traspasar fronteras y continentes. Su caso ha vuelto a captar la atención global tras la difusión de imágenes por parte de la Policía de Bolivia, que lo sitúan en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
El Ministerio de Gobierno de Bolivia compartió en su página de Facebook estas imágenes reveladoras. En ellas, se ve a Marset vestido de gala en una fiesta, junto a su segundo al mando, Erlan Ivar García López (alias el Colla), y el abogado Roberto Arana Suárez, miembro de confianza de Marset. Estas fotografías no son solo una ventana al estilo de vida de Marset, sino también una pieza clave en el rompecabezas que las autoridades intentan armar para dar con su paradero.
Las imágenes provienen de una memoria USB incautada por las autoridades bolivianas tras un allanamiento exitoso, que también llevó a la detención de Johan Guzmán Parada, presunto piloto de Marset. El ministro de Gobierno boliviano, Carlos Del Castillo, en una conferencia de prensa, explicó la importancia del hallazgo: identidades de Marset y su familia, propiedades, y fotografías en varios países, incluidos España, Uruguay, Paraguay y los Emiratos Árabes Unidos.
La relevancia de estas imágenes trasciende la simple curiosidad pública. Representan un avance significativo en la investigación internacional sobre Marset y su red. El hecho de que se encontraran imágenes de él en Dubái, un destino conocido por su lujo y opulencia, pone de relieve la naturaleza global de las operaciones de narcotráfico y la facilidad con la que criminales de su calibre pueden moverse y esconderse a plena vista.
Además, estas fotografías de Marset, fechadas en abril de 2021 durante su cumpleaños en Asunción (Paraguay) y de vacaciones en Dubái, aportan detalles sobre su estilo de vida y conexiones. Según declaraciones del ministro Del Castillo, estas evidencias demuestran que tanto Erlan, alias El Colla, como el abogado Roberto Arana, eran plenamente conscientes de la identidad y actividades de Marset.
El caso de Marset no es aislado. Forma parte de una tendencia creciente de criminales que operan a nivel internacional, utilizando una red de conexiones y recursos para evadir la justicia. Las imágenes de Marset en Dubái abren una ventana a este mundo oscuro y complejo, donde el lujo y el crimen a menudo se entrelazan.