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A partir del 10 de diciembre, Milei asumirá la presidencia de Argentina, habiendo obtenido el 55,95 por ciento de los votos, en comparación con el 44 por ciento logrado por Massa. |
20 Nov. (EUROPA PRESS) -Javier Milei, candidato ultraderechista de La Libertad Avanza, se ha impuesto en las elecciones presidenciales de Argentina este domingo, venciendo al peronista y ministro de Economía, Sergio Massa, por una diferencia de más de doce puntos porcentuales, según datos del 86 por ciento del escrutinio.
A partir del 10 de diciembre, Milei asumirá la presidencia de Argentina, habiendo obtenido el 55,95 por ciento de los votos, en comparación con el 44 por ciento logrado por Massa. Este último contactó a Milei antes de la publicación oficial de los resultados para felicitarle y desearle suerte, reconociendo que es el líder elegido por la mayoría de los argentinos para los próximos cuatro años.
Massa, en su mensaje de felicitación, destacó la importancia de la convivencia, el diálogo y la paz en respuesta a la violencia y descalificación presentes en el panorama político. Subrayó que su campaña se centró en valores como la seguridad estatal, la educación y la salud pública, así como en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) como elementos clave para el progreso de la nación.
El candidato oficialista anunció el fin de una etapa en su vida política, aunque aseguró que seguirá defendiendo principios fundamentales como el trabajo, la educación pública, la industria nacional y el federalismo. Massa expresó su amor profundo por Argentina y su compromiso en la campaña.
La tasa de participación en estas elecciones fue del 76,37 por ciento, superando la cifra de la primera vuelta del 22 de octubre. En Argentina, el voto es obligatorio, con excepciones legales que deben justificarse. La inasistencia sin justificación conlleva multas y posibles restricciones en gestiones oficiales.
El presidente saliente, Alberto Fernández, reconoció la expresión de la voluntad popular en las urnas y la importancia de esta para el destino del país. Aseguró su compromiso con la democracia y la intención de trabajar con Milei para una transición ordenada.
Fernández también agradeció a Massa por su esfuerzo en la campaña y reafirmó su dedicación a fortalecer la democracia y las instituciones de la república, en unidad con todos los sectores del movimiento nacional.
Patricia Bullrich, tercera en la primera vuelta y partidaria de Milei, celebró el triunfo como una victoria del cambio. Resaltó el trabajo realizado por años y el compromiso de millones de argentinos con la libertad y el progreso.
Milei, líder de los libertarios, centró su campaña en criticar a la clase política tradicional, a la que define como casta, responsabilizándola de los problemas de Argentina. El apoyo de Bullrich suavizó su discurso durante la campaña.
En lo social, Milei ha sido claro en sus posturas, a menudo con más histrionismo del esperado en un líder político. Se ha mostrado a favor de reducir el papel del Estado, incluso en temas como la detección de cardiopatías congénitas en bebés, por considerarlo un gasto público adicional.
Milei se identifica como liberal libertario y anarquista de mercado. Es contrario al aborto, incluso en casos de violación, y a favor de la creación de un mercado de compraventa de órganos. Propone dolarizar la economía y ha cuestionado la cifra oficial de 30.000 desaparecidos durante la última dictadura.
Una de las recientes polémicas de Milei fue su defensa de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, a quien admira y calificó de "gran líder", lo que generó rechazo, incluyendo entre veteranos de la guerra de las Malvinas.
Massa, por su parte, ha enfrentado la paradoja de ser responsable de las finanzas en uno de los peores momentos económicos del país y candidato de un partido que busca mantenerse en el poder, apelando especialmente a la clase trabajadora, tradicional base de apoyo del peronismo.
El ascenso de Milei a la presidencia representa un cambio significativo en el panorama político argentino, marcando una inclinación hacia políticas más conservadoras y libertarias.
La victoria de Milei ha generado reacciones variadas en la sociedad argentina, reflejando la polarización y el debate en torno a su figura y sus propuestas.
La transición de poder promete ser un período de ajuste y adaptación tanto para el gobierno saliente como para el entrante, con implicaciones importantes para el futuro político y económico del país.
La elección de Milei, con un estilo y una ideología distintos a los de sus predecesores, plantea preguntas sobre el rumbo que tomará Argentina bajo su liderazgo, en un contexto de desafíos nacionales e internacionales.