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Guido Manini Ríos reflexiona sobre la salida de su esposa del gabinete, marcando un momento tenso en la coalición. |
El panorama político uruguayo se tensa tras las recientes declaraciones de Guido Manini Ríos, líder del partido Cabildo Abierto, en una entrevista concedida a Portada Punta del Este, cuyos extractos han comenzado a circular en redes sociales previo a su publicación al mediodía. El senador rememora una coyuntura crítica en la coalición de gobierno: el pedido de renuncia del presidente Lacalle Pou a su esposa, Irene Moreira, en ese entonces ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial.
El episodio, sucedido en mayo, tuvo lugar tras la controversia generada por la asignación de viviendas a afiliados del partido político de Moreira. Manini Ríos comparte en la entrevista su reacción personal ante la solicitud de renuncia: “Lo sentí como puñalada, me dolió”, y critica la falta de oportunidad para que Moreira se defendiera ante las acusaciones, un derecho que según él, se ha concedido en situaciones análogas a otros ministros envueltos en escándalos.
El senador contrasta el caso de Moreira con el de Germán Cardoso, exministro de Turismo electo por el Partido Colorado, quien se vio obligado a dimitir tras cuestionamientos sobre ciertas contrataciones. A diferencia de Moreira, la decisión de Cardoso no provino directamente del presidente, sino de su propio partido, y tras su renuncia, Cardoso retomó su escaño en el Parlamento.
La situación de Moreira, según Manini Ríos, se destaca por ser la única en la que no se ofreció la posibilidad de una interpelación, un proceso parlamentario que permite a los ministros defenderse y clarificar acciones ante el legislativo. Esta falta de procedimiento ha sido subrayada por el líder de Cabildo Abierto como un trato desigual y, posiblemente, injusto.
Las afirmaciones de Manini Ríos no solo reflejan su disconformidad personal sino que también sugieren un escenario de desequilibrio y falta de coherencia en la gestión de crisis dentro del gobierno. Al poner de relieve el contraste en el trato entre Moreira y otros ministros, el senador pone en tela de juicio la uniformidad de los estándares políticos y las prácticas de gobernanza en Uruguay.
Este adelanto de la entrevista ha generado expectativas sobre el contenido completo y las posibles repercusiones que sus declaraciones puedan tener en la dinámica actual de la coalición de gobierno. Con la mirada puesta en la equidad y la transparencia, el caso de Moreira podría resurgir como un tema de debate y análisis en el ámbito político del país.