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Enrique Kurowski asume la Dirección de Movilidad Urbana en Salto, sucediendo a Henry Albarenque. |
En un sorpresivo desarrollo dentro de la Intendencia de Salto, la renuncia de dos altos funcionarios ha desencadenado una reorganización significativa del personal. A mediados de octubre, resonó la dimisión de Henry Albarenque, el director de Movilidad Urbana, y de Juan Ramón Guarino, coordinador de Tránsito, en medio de indagaciones sobre irregularidades en la emisión de libretas de conducir. Esta situación ha impulsado a la autoridad municipal a revisar los procedimientos administrativos, mientras la Justicia indaga en los hechos para esclarecer potenciales actos ilícitos.
En una movida que ha generado diversas opiniones, el intendente Andrés Lima formalizó un contrato de dedicación total para Valeria Kurowski, quien trabajaba en la secretaría de su oficina desde finales de 2021. Este cambio trae consigo un incremento de seis horas semanales en su jornada laboral y un correspondiente aumento del 12% en su remuneración. La resolución del 11 de octubre subraya que las actuales responsabilidades de Kurowski, junto con las de otra funcionaria, sobrepasan el horario regular de trabajo.
Avanzando al 3 de noviembre, Lima designó a Enrique Kurowski, padre de Valeria, como encargado de la Dirección de Movilidad Urbana, posición que quedó vacante tras la salida de Albarenque. La asignación confiere a Enrique Kurowski la gestión de la División del Servicio Urbano de Transporte de Pasajeros, mientras la sección de Tránsito permanecerá bajo supervisión directa del intendente, según la resolución firmada tanto por Lima como por el secretario general Gustavo Chiriff.
Las recientes asignaciones han incitado críticas de la oposición, como por ejemplo la de ediles blancos que expresaron inconformidad ante estas decisiones en contextos delicados. Chiriff, en defensa, declaró que la dirección de Movilidad Urbana es un cargo de confianza política y no una designación arbitraria. Acentuó además la inapropiación ética de nombrar a alguien de la misma lista del director bajo investigación para un departamento tan sensible.
La administración de Lima se ha visto sometida a examen por la oposición y por miembros del Frente Amplio, tanto a nivel departamental como nacional. La intendencia ha efectuado 194 nombramientos directos en el mandato actual, incluyendo a siete ediles del Frente Amplio y a 23 personas previamente afiliadas al Partido Colorado en Salto. Estas decisiones han provocado que desde el Partido Colorado se hable de una supuesta "compra de lealtades".
Se ha señalado, además, la contratación de unos 110 monotributistas al margen de la plantilla oficial, lo cual ha levantado sospechas de contraprestaciones políticas por empleo. A su vez, Lima ha sido objeto de críticas por asignar temporalmente a su cuñada en un puesto, una acción que él mismo reconoció como un desliz y por la cual se disculpó.
Este paisaje de nombramientos y dimisiones ocurre en paralelo a deliberaciones de los diputados del Frente Amplio y Cabildo Abierto acerca de una posible nueva interpelación que buscaría la renuncia de los ediles blancos en Salto Grande, reflejando una atmósfera de tensión política y desafíos administrativos en el departamento.