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Álvaro Delgado habla sobre la crisis política y defiende la respuesta del gobierno. |
En medio de la turbulencia política desatada por el llamado caso Marset, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, se presentó este miércoles para ofrecer su visión frente a las recientes dimisiones que han sacudido el gabinete uruguayo. A raíz de los acontecimientos que llevaron a la renuncia de figuras clave como Luis Alberto Heber, ministro del Interior; Francisco Bustillo, canciller; Guillermo Maciel, subsecretario de Interior; y Roberto Lafluf, asesor presidencial, Delgado criticó el enfoque del Frente Amplio, la principal fuerza de oposición.
Durante un evento en Pocitos, en el cual se inauguró una nueva sede del sector Futuro Nacional con la presencia de la vicepresidenta Beatriz Argimón, Delgado lanzó un mensaje directo. Alegó que mientras algunos intentan desencadenar una crisis institucional, el actual gobierno no ha dado cabida a tal situación, incluso rememorando episodios pasados donde no se permitió que eventos similares desestabilizaran la institucionalidad del país.
La postura del secretario de Presidencia fue clara al afirmar que el ejecutivo no se esconde tras voceros y que el presidente, Luis Lacalle Pou, enfrenta directamente a la prensa, contrastando con prácticas anteriores donde, según él, los mandatarios evitaban el diálogo abierto con los medios.
La estrategia del Frente Amplio, según Delgado, apunta a socavar la imagen del gobierno y del propio presidente. Sin embargo, reiteró que en la administración actual se manejan los problemas con transparencia y que no hay jerarcas "atornillados" en sus posiciones, haciendo alusión a la capacidad de acción y reacción frente a los desafíos.
Por otro lado, la vicepresidenta Argimón, consultada sobre la aceptación de las renuncias por parte del presidente Lacalle Pou en ausencia de irregularidades, sugirió que la decisión se tomó ponderando el impacto que la situación podría tener en el desgaste del gabinete. Argimón enfatizó la importancia de la Justicia como la entidad encargada de llevar a cabo las investigaciones pertinentes y compartió la determinación del presidente, considerando la sensibilidad social y el contexto político actual.
La posición de la vicepresidenta y del secretario de Presidencia subraya una defensa unificada del gobierno en su manejo de la situación, reforzando el mensaje de que, a pesar de los retos y las controversias, la estabilidad institucional del país no está en juego. Este mensaje de fortaleza y estabilidad se proyecta hacia la ciudadanía en momentos donde la confianza en las instituciones se pone a prueba.