Ángela Guzmán, una talentosa diseñadora colombiana, llevó su creatividad a Apple y transformó nuestra forma de comunicarnos digitalmente. Este artículo arroja luz sobre su viaje desde Bogotá hasta Cupertino, impactando la cultura pop y el mundo tecnológico.
LOS ÁNGELES, EEUU — Ángela Guzmán, una diseñadora colombiana de renombre, dejó su huella en la era digital a través de su contribución monumental a los emojis de Apple. Originaria de Bogotá y alumna destacada de la Escuela de Diseño de Rhode Island, Guzmán se mudó a Cupertino para unirse al influyente equipo de diseño de Apple.
La trayectoria de Guzmán se disparó cuando asistió a un evento universitario centrado en ingeniería. A pesar de la inclinación hacia los ingenieros, vio una oportunidad y no dudó en presentarse. Este audaz movimiento le abrió las puertas a Cupertino, donde se encontró trabajando en un equipo pequeño pero potente, vinculado directamente con Steve Jobs, el cofundador de Apple.
Al llegar a Cupertino, Guzmán se dio cuenta de la falta de diversidad en la industria. «Era una de las pocas mujeres en el equipo», recuerda. Sin embargo, eso no la detuvo. Inspirada por los emojis creados por el diseñador japonés Shigetaka Kurita, ella y su mentor se dedicaron a la creación de nuevos emojis que resonarían con un público global.
Los emojis que Guzmán diseñó no son meros gráficos; son una expresión de su vida y experiencias. Desde el anillo de compromiso hasta el vestido azul, cada diseño es una representación simbólica que tiene una historia única detrás.
Hoy en día, los emojis que ayudó a crear son más que simples iconos digitales; son una parte inseparable de la cultura popular. «Están en juguetes, en ropa, en vídeos; prácticamente en todas partes», dice Guzmán, reflejando cómo su obra ha impactado en múltiples facetas de la vida cotidiana.